









Avaricio tu cuerpo, tu suave piel resbalando en la mía. Destrózame la cintura a lomos de tu montura Resquiébrame la espalda, a beso limpio Ráptame y no me sueltes nunca, así amordaces todos mis silencios Lléname de ti, rellena cada poro con la insistencia de tu Lengua.